En la siguiente entrevista, podrás conocer su historia, inquietudes y proyecciones desde sus palabras.

Luego tomó importancia el rol del colegio, porque cuando uno es niño es muy ingenuo entonces no le presta gran atención o valor a lo que uno es o hace, recuerdo que en básica tuve una profesora que nos abrió el mundo y siempre tuvo fe de que había potencial en mí, nos enseñó mucho, en una oportunidad todo el curso disertó sobre un movimiento artístico distinto, a mí me tocó el surrealismo y rayé mal con él a los 10 años, me encantaba Giorgio de Chirico e incluso hice una réplica de una de sus obras, aprendimos a crear nuestros propios bastidores de tela y cosas así… Por eso es importante la docencia en mi vida, realmente me ha marcado ya que cuando uno es chico son casi las únicas personas que descubren y pueden potenciar las habilidades de los niños.

Creo que es una revolución súper profunda del arte y me siento feliz de ser parte de ella… cuando decidí comenzar a tomarme en serio esto yo no sabía que era ilustrar, sólo sabía que yo hacía un tipo de trabajo visual que no tenía espacio entre las “bellas artes” ni en el diseño… así que encontrar este concepto de la forma que se está desarrollando hoy en día para mí fue maravilloso.
Ya llevo casi 5 años dedicándome a esto con altos y bajos pero siempre firme. Decidí comenzar a encaminarme formalmente en la ilustración cuando me salí de la Universidad de Talca, en la que estudiaba Odontología y realmente no encajaba ese estilo de vida conmigo.
Pero sí creo firmemente que la academia debería hacerse cargo de profesionalizar el trabajo, entender que existen muchas personas que no buscan estudiar para convertirse en ilustradores porque ya lo son, sino que buscan ser educados en torno al oficio; entender las leyes que nos protegen, gestión del trabajo, etc. Y que no sean pequeños cursos que te dejan igual a la deriva, sino que ofrezcan algo que se incluya en la educación formal.

Mi rol social implícito es educar sobre la fauna local, pero creo que toda la ilustración juega un rol social implícitamente, ya sea político, ecológico, ideológico, etc. Últimamente lo político nos une y eso hace que se visibilice más, pero siempre hay un mensaje detrás.
Por otro lado, tenemos lo que es el desarrollo de políticas, espacios, instituciones que trabajen en pro del desarrollo de los ilustradores, y yo creo que respecto a ello, la línea de tiempo quedó estancada bien atrás, aunque de a poco se está haciendo visible la imagen de la ilustración como una rama diferente del diseño y las artes visuales, pero estamos sumamente atrasados en eso como país. Creo que la Asociación Cultural Frijol Mágico es un nexo muy importante para lograr llevar “arriba” la realidad y necesidades de los artistas de la región.
Mucha gente te puede tirar para abajo, pero si sientes que tu trabajo tiene un fin, oídos sordos a los comentarios negativos. Es un trabajo duro e inestable, en donde empiezas de 0, así que todos los días vas creciendo un poquito en experiencia, contactos, trabajo, etc. Muchas veces hemos tenido que vender nuestro trabajo en la calle, otras veces he estado tan sin ni uno que vendí incluso los originales regalados casi porque no tenía para invertir en impresiones, como otras en las que he tenido buenas pegas u oportunidades de mostrar mi trabajo o hacer alianzas con otros artistas en proyectos bien bonitos.
Es un trabajo lento que empieza a dar frutos de a poco, con los años, por eso creo que debe tener relación con el estilo de vida que quiere cada uno, con mi dispersión va de maravilla.

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